Dermaplaning

Conocido como uno de los tratamientos para la piel facial más populares en los últimos tiempos, el dermaplaning es un procedimiento de estética facial que se aplica para exfoliar o “afeitar” suavemente la superficie más externa de la piel para eliminar las células muertas y el vello fino y velloso que le da ese característico aspecto aterciopelado como de melocotón.

Al ser capaz de eliminar cicatrices profundas y marcas producidas por algunas afecciones de la piel como el acné, el objetivo más importante del dermaplaning es hacer que la superficie de la piel luzca joven, radiante, suave y llena de vida.

Al utilizar un bisturí quirúrgico estéril o una cuchilla exfoliante, este procedimiento estético tan deseado permite que la piel mejore su proceso de regeneración, haciendo que las nuevas capas de piel luzcan más saludables que nunca. Además, el dermaplaning es una excelente técnica que se utiliza para eliminar el exceso de vello fino de la piel que puede acumular suciedad y grasa.

Esta técnica es ideal para aquellos pacientes que tienen una textura de piel seca o áspera, cicatrices superficiales de acné, tonos de piel desiguales y piel madura con muchas células muertas. Por otro lado, el dermaplaning no se recomienda para pacientes con acné activo y muy graso, o con gran cantidad de vello facial oscuro y grueso.

El procedimiento, que se recomienda realizar solo en el rostro, evitando cejas y nariz, se realiza mensualmente, en menos de media hora. Una vez hecho esto, la piel se verá instantáneamente más luminosa, produciendo un enrojecimiento que desaparecerá a los pocos días.

Es importante saber que, debido a que la piel permanece un poco delicada después del procedimiento, se debe evitar la exposición al sol sin usar protector solar debido a su capacidad para revertir sus efectos.